Harry Potter y la Orden del Fénix
Con un ritmo de aceleración vertiginosa, Rowling hace gala de su capacidad para enganchar a la gente en sus relatos y capturar el mundo psíquico de sus personajes. Sí, siguen siendo menores de edad, pero la adolescencia está perfectamente acompañada del sentimiento de soledad y frustración, alimentado por las nuevas situaciones a las que Harry se enfrenta y no, no me refiero únicamente a la desgraciada suerte de tener un enemigo mortal desde su primer año de vida aunque él no lo supiese, sino también a cómo su irritabilidad repele a sus amigos con quienes ya tiene dificultades por las diversas responsabilidades que tiene cada uno. Este libro lo he leído en dos días básicamente y sufría cada vez que lo tenía que dejar. El narrador equisciente es un poco frustrante porque a veces dice cosas que no pertenecen a Harry y es justo eso lo que alimenta el deseo de no parar de leerlo, uno espera que por ahí suelte algo más y con tremenda maraña que se teje a lo largo del libro, pues