No sé cómo empezar con esta reseña. Probablemente, quiera empezar con cómo la única respuesta que esperaba es más una puerta a más preguntas y, por qué no, a la esperanza de encontrar esta respuesta final. Pero creo que me estoy adelantando. Tampoco digo que esté mal, creo que eso más bien prueba qué tan conectada me sentí a los personajes y que tan sumergida en la historia estuve. Por otro lado, si hay algo que también se siente agridulce, pero que como escritora admiro, es la capacidad de manejar todos estos puntos de vista, todas estas líneas de tiempo y narradores, de manera que uno puede conectar con cada uno de ellos y sus historias sin olvidarse de la historia principal, de la primera pregunta y misterio propuestos. Todos juntos te mantienen en una constante angustia. En cuanto al desarrollo de los personajes, me fascina la dualidad entre la consciencia de las propias acciones y las mentiras que nos contamos para disminuir nuestra culpa. Vemos como el discurso y pro