Días de Sangre y Resplandor
Este segundo libro es mucho más intenso, la emotividad negativa es una constante y el aire de derrota se respira en cada exhalación de las quimeras.
Karou experimenta pérdida tras pérdida, una inmensa responsabilidad sobre sus hombros, soledad en exceso y un corazón roto que busca venganza con el hambre del fuego.
Akiva está cansado de la guerra y busca por todos los medios enmendar sus errores, con o sin reconocimiento por eso.
Pero ellos dos no son los únicos engranajes en este reloj. Surgen nuevos personajes con papeles fundamentales, hay muchos cambios, una lucha entre creer y no creer donde llega un punto en que uno quiere creer que lo imposible puede pasar.
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